La película lagrimal es muy importante pues protege y nutre la superficie ocular, sobre todo la córnea. Dicha lágrima se compone de 3 capas, la capa acuosa, la capa mucosa y la capa lipídica. Estas deben estar en correcto estado, pues cualquier alteración hace que la lágrima se desestabilice. Estos cambios en la película lagrimal generan un incremento de la osmolaridad lagrimal, provocando el ojo seco. Y ¿qué es la osmolaridad? La osmolaridad es la concentración total de una sustancia en una disolución. La lágrima del paciente de ojo seco es hiperosmolar y dicha hiperosmolaridad daña el epitelio corneal y conjuntival.
Las lágrimas artificiales hipoosmolares reducen la osmolaridad de la lágrima, diluyendo la película lagrimal hiperosmolar del paciente con ojo seco. Por ello es muy importante poder determinar la osmolaridad de la lágrima de los pacientes. Se están desarrollando nuevos instrumentos para determinar la osmolaridad de la lágrima. De esta manera se puede diagnosticar el ojo seco, así como realizar un correcto seguimiento de éste y de su respuesta al tratamiento.
En el Centro Oftalmológico de Elche hemos podido probar estos instrumentos para la medición de la osmolaridad, comprobando su rapidez y fiabilidad. Además, conociendo las lágrimas artificiales más hipoosmolares, podemos orientar mejor al paciente en su tratamiento del ojo seco.