Inyecciones intraoculares para DMAE

Tratamientos para frenar y revertir en la medida de lo posible la Degeneración Macular Asociada a la Edad.

Una enfermedad que afecta a la mácula, que es la responsable de la visión central. Por lo tanto, la degeneración macular, provoca una pérdida progresiva en la visión central.

Te ayudamos a elegir el tratamiento
que mejor se adapte a ti

Respondemos a tus preguntas más frecuentes

  • DMAE seca: es la más frecuente (85-90%). Es la fase inicial de la enfermedad, en la cual las células visuales de la retina se sustituyen por zonas atróficas alrededor de la mácula y poco a poco se van extendiendo hasta llegar a ella, provocando una pérdida de visión lenta y gradual. No existen tratamientos curativos, sino preventivos.
  • DMAE HÚMEDA O EXUDATIVA: es menos habitual (10-15%) pero su progreso es más rápido. En esta fase aparecen vasos anormales en la retina, que provocan filtración de sangre y fluidos. Existen nuevos tratamientos como los anti-VEGF (antiangiogénicos), que evitan que progrese la enfermedad.
  • EDAD: el principal factores de riesgo
  • Factores genéticos
  • Tabaco
  • Factores relacionados con el extres oxidativo como la exposición crónica a la luz, etc.
  • Una dieta inadecuada, con déficit de nutrientes naturales presentes en la retina.

Actualmente no existen tratamientos que eviten la aparición de DMAE, pero sí podemos aportar a nuestra dieta una fuente rica en nutrientes necesarios para nuestra retina, como la luteína y la zeaxantina, las vitaminas C, D y E, el zinc, cobre y los omega-3.

Muchos de estos nutrientes los encontramos en:

LUTEINA: acelgas, brócoli, col rizada, espinacas, pimiento, kiwi, naranja.

ZEAXANTINA: yema de huevo, zanahoria, esparragos, maíz, naranja, melocotón, nectarina.

OMEGA-3: pescado azul

VITAMINA E: aceite de oliva virgen extra, aceite de girasol, almendras, avellanas.

VITAMINA C: cítricos, coles de bruselas, brócoli, fresas, kiwi, cereales ricos en fibra.

ZINC: quesos, pipas de calabaza, cereales integrales.

COBRE: legumbres, nueces, patatas.

Existe una prueba muy sencilla que nos puede ayudar al diagnóstico y seguimiento de la DMAE, que es la rejilla de AMSLER.

  1. Con la corrección adecuada en lejos y cerca evaluamos los ojos por separado.
  2. Colocamos la rejilla a unos 30-40 cm.
  3. Tapamos un ojo y miramos al punto central de la cuadrícula. Sin quitar la mirada del punto, nos fijamos si alguna de las líneas están onduladas, distorsionadas o desaparecen.
  4. Repetimos el proceso con el otro ojo.
  5. Si observamos que alguna de las líneas están distorsionadas, ondulas o deformadas, o desaparecen zonas, contacte con su oftalmólogo de inmediato.