Mucho se está hablando de la pandemia del covid-19, pero no se habla tanto de la epidemia de la miopía. Se habla que dicha patología afectará al 50% de la población mundial en 2050, siendo ésta la segunda causa de ceguera en el mundo.
La miopía no es sólo un error refractivo, se asocia con un incremento de otras patologías de la retina, glaucoma o cataratas.
¿Por qué se observa este aumento de la miopía?
Se habla de 2 causas fundamentales: la genética y la falta de exposición a la luz exterior. Ciertos estudios sugieren que la luz exterior puede estimular la liberación de dopamina a nivel retiniano, lo que produciría una inhibición del alargamiento del ojo.
¿Cómo se está combatiendo esta epidemia?
Por un lado, aumentando el tiempo que los niños pasan en el exterior, por otro lado con la administración de colirio de atropina diluido. También la ortoqueratología y el uso de lentes de contacto especiales facilitan ese freno en el aumento de la miopía en niños.
Es algo que hemos podido constatar en nuestro centro en los últimos años, desde que observamos ese incremento en el número de miopes. Con una experiencia en las lentes de contacto de más de 40 años de adaptación, son muchos los pacientes que vieron frenar su miopía, y más ahora, con el diseño de lentes especiales para este fin.
¿Por qué no queremos que aumenten las dioptrías?
Porque el crecimiento del ojo por la miopía trae consigo otras patologías oculares que ya hemos mencionado y porque cuando tengamos que operar en un futuro de miopía a estos niños, el resultado más óptimo va a depender del número de dioptrías que vayamos a tratar con el láser. Si la miopía es muy alta, la corrección será mediante lentes intraoculares.